Han pasado ya unos días desde la presentación en público de mi libro y CD en Valencia el 18 de octubre. He tenido tiempo para procesar con tranquilidad cuanto ese día ocurrió y lo que ha supuesto como experiencia en mi vida, por eso quiero hacer compartir algunas reflexiones que me han surgido a raíz de ese día.
Lo primero que viene a mi mente es el deseo de agradecer a todos cuantos asistieron su presencia y su apoyo. He tenido que hablar con muchos de los que vinieron para poder darme cuenta de que la sensación que tuve en bastantes momentos arriba en el escenario no era cierta, pues en mi nerviosismo propio por la responsabilidad que todo ello suponía, no fui capaz de apreciar lo que entre el público se estaba viviendo que no tenía nada que ver con lo que yo sentía. Confundía aparente frialdad, silencio o posible desafecto con sorpresa, asombro, extrañeza e incluso admiración según luego me manifestaron.
Reconozco que hacía muchos años (desde el año 1.977) que no me subía a un escenario con la responsabilidad total de cuanto allí tenía que suceder. Lo he hecho muchas veces en mi vida, pero para hablar, dar conferencias o presentar actos muy diversos. Pero ese día no era lo mismo, porque presentaba algo muy diferente, muy personal, algo que suponía un giro radical en mi vida y un deseo de comprometerme en mi nueva etapa totalmente, ofreciendo algo que deseaba agradara a los demás y valoraran de la manera que yo había “soñado”.
Y así fue para mi gran satisfacción. Ahora pienso que, como siempre, fueron mis miedos, mis temores, esos que siempre nos acompañan a todos cuando nos enfrentamos a nuestros retos, a nuestros sueños que hemos estado sembrando y cuidando amorosamente. Y aunque soy consciente y así lo manifiesto en mis escritos, de que si hacemos lo correcto una y otra vez en la dirección de lo que deseamos los resultados llegarán, reconozco que las dudas, esas que siempre nos acompañan como seres humanos que somos, me abordaron en más de una ocasión y me hicieron pasar momentos difíciles.
Ahora, desde la tranquilidad que da el ver las cosas desde una cierta distancia, al recordar lo vivido viendo mis vídeos del concierto (por cierto que en breve estarán todos en youtube para poderlos ver tanto los que asistieron como los que no pudieron) me siento, como he dicho, muy agradecido por todo lo vivido.
Pero lo que más agradezco y me llena de satisfacción es ver cumplido una parte muy importante de mi sueño. Porque durante más de 16 meses estuve “visualizando” lo que ese día ocurrió. Por supuesto que hay cosas que no son tal y como las imaginamos en su momento. Pero en esencia, fue así como lo imaginé y viví. Lo digo para aquellos que, cuando tienen sus “sueños” de lo que quisieran lograr, se empeñen realmente en hacer todo lo que les conduzca a ello, porque al final se harán realidad si ponen su alma en ello.
Recuerdo las palabras de mi amigo y productor musical Ángel Mena cuando me decía que no estaba preparado para dar un concierto de 1 hora y 30 minutos seguidos, que eso era muy duro y que debía prepararme muy bien para ello. Por supuesto, le dije. Pero le comenté que me iba a preparar y que lo iba a hacer, porque quería no sólo cantar los temas del CD en directo aunque con la música pregrabada, sino también cantar acompañado por parte de mis músicos algunos temas nuevos.
Y así fue. Y desde aquí quiero reiterar mi agradecimiento a mis amigos Ximo & Judy que vinieron desde Barcelona para acompañarme en dos temas preciosos. Uno el ya conocido de “No tinc” una canción de mi primer disco grabado en 1.977, y el otro “Te intuyo”. A Ángel Mena por su colaboración en “I es per aixó” y a mi pianista Denis Budnick que cautivó a todos con su habilidad y maestría. También a Fede Andreu por su aportación en la luz y sonido y a Oleg que estuvo en el control de sonido. Y a Jesús Cuadrado por responsabilizarse de inmortalizar los momentos que allí se vivieron y que en breve podréis disfrutar de nuevo.
Pero muy especialmente quiero dar la gracias a mi hija Cristina que me ayudó en los preparativos del concierto y en su desarrollo, así como a mi hermano Juan quien a nivel personal y desde Infortisa, su empresa que es mi patrocinadora, ha estado desde hace ya bastante tiempo apoyándome en mi proyecto y animándome cuando las dudas me sobrecogían.
A todos, familiares y amigos, muchas gracias por confiar en mí y por el cariño y apoyo que me disteis. Mi compromiso ahora es mayor, si cabe, para que podáis sentiros orgullosos de mi trabajo.
Con gratitud