El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) lleva a cabo su labor en más de 190 países y territorios para ayudar a los niños y las niñas a sobrevivir y avanzar en la vida desde la primera infancia hasta la adolescencia. Está financiado plenamente por las contribuciones voluntarias de individuos, empresas, fundaciones y gobiernos.
Su Oficina de Investigación ha presentado recientemente un estudio sobre el bienestar infantil en los países ricos, en el que se concluye que los Países Bajos y cuatro países nórdicos —Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia— ocupan de nuevo los primeros puestos de una clasificación de bienestar infantil, mientras que cuatro países del sur de Europa —España, Grecia, Italia y Portugal— se encuentran en la mitad inferior de la tabla.
El “Report Card nº 11” bajo el título “Bienestar infantil en los países ricos: un panorama comparativo” de la Oficina de Investigación de UNICEF examina la situación de los niños en el mundo industrializado. El debate sobre las ventajas y desventajas de las medidas de austeridad y los recortes del gasto social continúa generando opiniones totalmente opuestas; en este contexto, se clasifica el desempeño de 29 de las economías avanzadas del mundo sobre 26 indicadores comparables en el plano internacional.
Según el informe, esta comparación internacional demuestra que la pobreza infantil en estos países no es inevitable, sino sensible a las políticas, y que determinados países protegen mucho mejor que otros a los niños más vulnerables. La clasificación general de cada país se basa en su clasificación media para las cinco dimensiones de bienestar infantil que se han contemplado en el Report Card nº 11: “bienestar material, salud y seguridad, educación, conductas y riesgos, y vivienda y medio ambiente”.
Algunas de las conclusiones más interesantes son las siguientes:
- Los Países Bajos mantienen su posición como líder indiscutible; se trata del único país clasificado entre los cinco primeros en todas las dimensiones del bienestar infantil.
- En general, no parece haber una estrecha relación entre el PIB per cápita y el bienestar general infantil. La República Checa está mejor clasificada que Austria; Eslovenia, mejor que Canadá; y Portugal, mejor que Estados Unidos.
- Cuatro países nórdicos (Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia) se sitúan justo por debajo de los Países Bajos en la parte superior de la tabla del bienestar infantil.
- Las últimas cuatro posiciones de la tabla las ocupan tres de los países más pobres del estudio (Letonia, Lituania y Rumanía) y uno de los más ricos (Estados Unidos).
- Cuatro países del sur de Europa (España, Grecia, Italia y Portugal) se encuentran en la mitad inferior de la tabla.
- Se ven indicios de que los países de Europa central y oriental están comenzando a acortar distancias con las economías industriales más consolidadas.
Gordon Alexander, director de la Oficina de Investigación de UNICEF explicó que “tanto en la actualidad marcada por la crisis, como en mejores épocas desde el punto de vista económico, UNICEF insta a los gobiernos y a los interlocutores sociales a que los niños y jóvenes sean el centro de sus procesos de toma de decisiones. Cada vez que estudian o aprueban una nueva medida política, los gobiernos deben analizar el impacto y las consecuencias reales para los niños, las familias con hijos, los adolescentes y los jóvenes adultos. Estos grupos no participan en el proceso político o sus voces rara vez son escuchadas”.
El Report Card nº 11 incluye también las opiniones de los niños sobre su propio bienestar. Consta de dos tablas clasificatorias: «Relaciones de los niños con los padres y compañeros» y «Tabla clasificatoria de la satisfacción vital de los niños». La primera evalúa el bienestar de acuerdo con la calidad de las relaciones más importantes en la vida del niño (madre, padre, compañeros). La segunda ofrece un panorama del bienestar subjetivo infantil y muestra el porcentaje de niños de 11, 13 y 15 años que valoran su satisfacción con la vida con una puntuación de 6 o más en una escala de 0 a 10 (donde «0» representa «la peor vida posible para mí» y «10» representa «la mejor vida posible para mí»).
Sus conclusiones reflejan que los niños de España, Estonia y Grecia otorgaron a sus países una clasificación mucho más alta, mientras que los de Alemania, Luxemburgo y Polonia puntuaron peor a los suyos. “No sabemos lo suficiente sobre el modo en que los niños perciben y evalúan sus vidas, debemos averiguar qué es importante para ellos, y hacerlo de un modo más sistemático”, declaró Gordon Alexander, de UNICEF. “La voz de los niños, incluso la de los más pequeños, es fundamental”. Reitera el mensaje de este y otros informes sobre el bienestar de la infancia: “los gobiernos deben orientar sus políticas para proteger el futuro a largo plazo de sus niños y economías. Hoy, más que nunca, se trata de una cuestión apremiante”.
Estas conclusiones muestran una seria preocupación por el bienestar de los niños y adolescentes y que este tipo de investigaciones son muy importantes por cuanto ofrecen líneas de reflexión para llevar a cabo políticas que afecten a la vida de los niños. Porque es necesario saber lo que sienten los niños de primera fuente para poder tomar decisiones que les afecten sabiendo lo que piensan realmente. Por eso, uno echa en falta estudios más completos y referidos a nuestro país, para poder tener una visión clara de cómo deberíamos invertir más y mejor en nuestra infancia, que son el verdadero motor de futuro de nuestro país.
No voy a insistir, porque ya se escribe demasiado sobre ello, acerca de los recortes en educación e investigación y sus consecuencias. Pero pensemos, como yo lo he hecho al ver la foto del hijo de mi amigo, que con la felicidad y el bienestar de nuestros hijos no podemos ni debemos jugar. Porque son nuestro futuro. Porque nuestro compromiso como seres humanos consiste en dejarles este mundo mejor de lo que nos lo hemos encontrado. Y si no lo hacemos, nuestra felicidad y la de ellos se verá seriamente dañada. ¿No nos sentimos conmovidos cuando vemos que ellos se siente felices con el sólo hecho de saberse en buenas manos, la de sus padres que son los que más les quieren?
Pues no les defraudemos.
Con gratitud