Sobre el Net Marketing

Quienes me son más cercanos y me conocen un poco, saben que estoy haciendo “net marketing” (NM) con Lyoness. No voy a hablar de esta gran empresa ni a lo que se dedica, porque para eso hay mucho escrito y basta que los no conocedores se dediquen un poco a explorar para encontrar sobrada información. Me interesa más comentar lo que supone hacer NM y porqué puede ser una gran oportunidad para muchas personas.

Durante bastante tiempo me dediqué a enseñar a emprendedores cuáles eran las claves para emprender un negocio propio y qué características personales debían poseer quienes decidieran trabajar por cuenta propia. En aquella época (hablo de los años 1.993 y siguientes) recuerdo que, a través de las ayudas de la Unión Europea, organizamos a lo largo de la Comunidad Valenciana muchas conferencias y seminarios por los pueblos hablando, a jóvenes y mujeres que estaban desempleados, de lo que suponía emprender una actividad propia.

Al mismo tiempo, habíamos diseñado una herramienta psicológica para medir la capacidad de emprender que las personas podían tener partiendo del análisis de 3 características muy determinantes: 1) la capacidad de analizar problemas o situaciones más o menos conflictivas 2) la  capacidad para tomar decisiones y 3) la capacidad creativa para enfocar cualquier situación desde enfoques diferentes a la mayoría.  Cuento esto con la sola intención de mostrar que el mundo del emprendimiento me es bastante familiar por estas y otras razones que no voy ahora a contar.

La cuestión es que en aquella época muchas de las personas que querían emprender su propio negocio no tenían claro a qué podían dedicarse, pese a haber hecho su formación para desarrollar sus capacidades creativas. Por más que le daban vueltas, siempre encontraban dificultades en cuanto a qué dedicarse en concreto o en cuanto a su falta de suficiente experiencia en algún sector productivo o servicio, o por la falta de dinero para comenzar su actividad.  Unido todo ello, por supuesto, a su propia inseguridad personal en muchos casos, bien por ser jóvenes o bien por haber desarrollado demasiadas creencias limitantes en muchos otros casos.

Lo difícil en aquellos momentos era poder ofrecer alternativas que les pudiesen motivar a iniciar alguna actividad propia que les permitiera ir descubriendo que el proceso del autoemprendimiento no es fácil, que está lleno de resultados negativos en la mayoría de los casos, que se requiere un nivel de autoconfianza muy grande, de perseverancia constante, de ilusión renovada día a día, de profesionalidad que hay que adquirir y desarrollar permanentemente y de otras características que hacen el camino cuanto menos difícil y duro. Pero, que por supuesto, las recompensas también están a la altura de las dificultades a superar, como suele ser habitual en la vida. Quien diga que algo valioso es fácil de conseguir está mintiendo o vendiendo ilusión sin contenido.   

Al final, todo el mundo tiene la oportunidad de elegir el camino que va a tomar. Incluso Alicia, en el país de las maravillas, tuvo la posibilidad de hacerlo. Aunque cuando iba a hacerlo no sabía qué camino tomar, preguntándole al conejo cuál sería mejor. A lo que el conejo le respondió que dependía de a dónde pensaba ir. Y Alicia le dijo… que no lo sabía. Ante esto, ¿cuál creéis que fue la respuesta del conejo? Pues le dijo: “si no sabes hacia dónde vas, no importa qué camino elijas.”

Y así pasa en la vida. Depende de hacia dónde queramos dirigir nuestra vida, que el camino que tomemos nos llevará en esa o en otra dirección.

Recuerdo que en aquellos momentos la alternativa que les quedaba a quienes no encontraban su “idea” era dedicarse a trabajar como comercial para una empresa o como comercial multicartera para varias a la vez. En aquella época no eran conocidos los sistemas llamados “multinivel” y si alguno aparecía era muy poca la aceptación que estos sistemas tenían en las personas. Bien porque los productos que se ofrecían no inspiraban confianza o bien porque la empresa que los promocionaba no daba la suficiente seguridad o porque el momento elegido para empezar a crear la propia red no era el adecuado.

En mi caso, después de haber visto y conocido muchas historias de sistemas multinivel, unas de cerca porque las he “sufrido”  y otras no tan de cerca, pero igualmente vividas a través de otros, voy y me “tropiezo” con Lyoness.  Claro que, todo cuanto nos ocurre no es “casual”, sino “causal” y cuando aparece esta oportunidad en mi vida hay una serie de circunstancias que se dan, que hacen que todo tenga un nuevo significado. Y descubres que aquellos temores relacionados con el producto, la empresa o el momento, no existen, sino que te reafirman en que estás por el buen camino. Y, es entonces, cuando empiezas a  implicarte, que aparecen nuevos temores a los que hay que enfrentarse. Tus propios temores que son los más difíciles de superar.

Pero de eso hablaré en otro momento.

Con gratitud